CÓMO CONSEGUIR TUS OBJETIVOS: ASUMIR RETOS

CÓMO CONSEGUIR TUS OBJETIVOS: ASUMIR RETOS

 

En los artículos anteriores hemos comenzado a hablar sobre la importancia de tomar conciencia de nuestros pensamientos e identificar nuestras emociones para de esa manera poder hacer una gestión adecuada de ellas.

Hoy me gustaría hablar sobre cómo influye en las personas asumir nuevos retos, nuevos objetivos, enfrentarse a situaciones desconocidas con una meta.

Las personas con una buena autoestima, seguras de sí mismas son personas que por lo general se enfrentan no sólo a sus miedos, también persiguen, se enfrentan y consiguen sus objetivos.

Estas personas, generalmente ante una nueva oportunidad de cambio, ante un nuevo reto, ante situaciones que le obligan a salir de su zona de confort desarrollan la capacidad de generar pensamientos adecuados y positivos, que potencian su acción hacia la consecución de sus objetivos. “Yo puedo”, “Soy capaz”, “Hay dificultades pero puedo asumirlas”, “Entiendo que pueden aparecer aspectos incómodos pero los solventaré”, “Puede ser algo increíble”, “Puedo lograr mis objetivos”. Estos pensamientos generarán en la persona una emoción positiva, aunque ojo, todas las personas ante situaciones desconocidas experimentamos cierto nerviosismo, cierta incertidumbre, que en ningún caso es negativa, nos mantiene en alerta para poder desarrollar las acciones de una manera más segura.

Éstas personas asumen que para crecer hay que avanzar, que es importante hacer cosas nuevas, enfrentarnos.

En estos casos, estas personas cuando aparece algo que quieren conseguir, piensan en cómo hacerlo y cuando han conseguido trazar los pasos necesarios LO LLEVAN A CABO.

Pueden ocurrir dos cosas:

  1. Que el evento se supere satisfactoriamente y se logren los objetivos deseados.
  2. Que el evento no se supere de la manera prevista.

En el primer caso la persona al haberlo superado experimentará una emoción positiva, agradable, adecuada y que le motivará de nuevo a la acción. No sólo consigue lo que quiere, es que además ello le hace sentir muy bien. Nuestra memoria emocional registrará dicha experiencia y me motivará a llevarla a cabo con mayor frecuencia.

En el segundo caso la persona no consigue su objetivo, pero se ha enfrentado a la situación, ha comprobado que es capaz de hacer frente a nuevas circunstancias, a nuevos retos, a miedos incluso. Comprobará que el hacerlo no es horrible y eso le llevará a volver a intentarlo pero de una manera diferente. Su autoestima mejorará debido a la experiencia de exposición a nuevas situaciones. Llevará a cabo estas nuevas soluciones con la probabilidad de que finalmente consiga su objetivo.

Normalmente una personas con baja autoestima, donde los pensamientos negativos suelen ser los predominantes en ella, cuando se presenta ante ellas una situación potencialmente beneficiosa suelen tener pensamientos del tipo: “no voy a ser capaz”, “no voy a poder”, “no tiene solución”, “yo no sé cómo enfrentarme a esto”, “es demasiado difícil”, “seguramente salga mal”, “¿Y SI…?” y aquí la lista es INTERMINABLE.

En este caso, la probabilidad de que se enfrente a la situación es muy baja, posiblemente ni lo intente y en este caso difícilmente conseguirá ningún resultado positivo. El hecho de no enfrentarse le aliviará, pero no registrará experiencias positivas en su repertorio de conductas y por ello difícilmente podrá sentirse bien. Si no me enfrento a las situaciones no puedo lograr éxitos, no avanzo, me bloqueo y permanezco inmóvil en mi propia vida. La sensación es de indefensión, de incapacidad, de falta de valía personal.

Por ello es importante que nos enfrentemos a nuevos retos, a aquellas cosas que hemos pensado alguna vez pero que nunca nos hemos atrevido a llevar a cabo.

  • Puedes lograr todo aquello que te propongas, ¿lo sabías?, lo importante es que TE LO PROPONGAS. Deséalo, cierra tus ojos y piensa sobre lo que quieres conseguir. Deséalo con todas tus fuerzas. Recréate en ese pensamiento, es positivo y te ayudará a aumentar la motivación para conseguirlo.
  • Empieza por pequeños retos. A veces el problema reside en las expectativas. En ciertos casos no son realistas. Queremos conseguir muchas cosas, y además las queremos YA,  y saltándonos los pasos correspondientes. Desmenuza tu reto. Piensa en la meta pero después en los primeros pasos que deberás de dar. Escríbelos.
  • Confía en aquellos recursos que ya tienes. Absolutamente todas las personas tenemos herramientas para afrontar los problemas. Es cierto que unas más que otras, pero en nosotros reside todo el potencial. Intenta pensar en todas aquellas cosas que ya puedes hacer para lograr tu objetivo.
  • Celebra los pequeños éxitos. No seas injusto contigo y valora cada pequeño logro que consigas. De otro modo te desmotivarás y será complicado que continúes.
  • Acepta que pueden salir algunas cosas mal. Es probable que tu plan no se cumpla a la perfección, ES NORMAL. No tienes una bola de cristal que adivine las cosas exactamente, por ello acéptalo.
  • Se concreto a la hora de poner tus objetivos: específicos, cuantificables, realistas y alcanzables.
  • Si te faltan habilidades no dudes en aprenderlas. Es posible. Podemos aprender todos aquello que nos propongamos, en mayor o menor tiempo pero esto no debería condicionarnos a la hora de conseguir nuestros sueños. Como dice el dicho popular: “Más vale tarde que nunca”
  • Acepta la incertidumbre como parte del proceso. No sabemos cómo saldrán las cosas, surgirán dudas. Acéptalas. No te quedes enganchado en ellas. Todo proceso de cambio genera cierto temor. Si aparece aprende a identificarlo y acéptalo.
  • Ayúdate de tu respiración para afrontar aquellos retos que te generen nerviosismo. La respiración lenta y profunda es un potente “ansiolítico” que es GRATIS y siempre va contigo.
  • CONFÍA EN TI. Siempre, por encima de todo. Cree en ti. Como antes te comentaba puedes lograr todo aquello que te propongas.
    Muhammad ali decía: “Imposible” es sólo una palabra que usan los hombres débiles para vivir fácilmente en el mundo que se les dio, sin atreverse a explorar el poder que tienen para cambiarlo. “Imposible” no es un hecho, es una opinión. “Imposible” no es una declaración, es un reto. “Imposible” es potencial. “Imposible” es Temporal, “Imposible” no es nada.