Dificultad ante el manejo de la incertidumbre: Ana León en medios de comunicación

Dificultad ante el manejo de la incertidumbre: Ana León en medios de comunicación

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¿Cómo manejar la incertidumbre? Dificultad ante el manejo de la incertidumbre.

El pasado día 21 de Marzo, Ana León, psicóloga y directora de En Madrid Psicólogos, colaboró en el programa de radio Capital Emocional, de la emisora Capital Radio junto a Cris Moltó en su sección conversaciones. Tuvo el placer de compartir ese rato tan agradable también con otros tres grandes profesionales, Beatriz García Ricondo con su sección “La píldora de la felicidad” hablando sobre cómo practicar el desapego, junto a Daniel Kumpell con su sección “Tech-inno-emoción” sobre qué necesitan las pymes para transformarse en una industria digital 4.0 y también con Silvia Álava en su sección “Educa” hablando sobre la felicidad en los niños.

Fue una experiencia realmente gratificante el poder compartir, junto a otros profesionales implicados en la mejora del capital emocional de cada individuo, un programa de estas características.

El tema que trataron Cris Moltó y Ana León fue la dificultad que encontramos ante el manejo de la incertidumbre.

En el siguiente artículo podrás conocer de una forma más detallada cómo influye la incertidumbre en nuestro día a día y qué estrategias eficaces puedes aprender para gestionarla de una forma adecuada.

Te animo a que escuches el programa completo puesto que los temas que se trataron son muy interesantes. No obstante la entrevista a nuestra psicóloga puedes encontrarla a partir del minuto 26:30. Esperamos que sea de tu ayuda.

 

 

 

Gran parte de nuestro malestar diario está asociado a la duda y la incertidumbre. Éstas suelen aparecer ante toma de decisiones, sobre dudas relacionadas con el comportamiento de los demás, sobre situaciones futuras, es decir, sobre aquellas cosas que no podemos controlar al 100%, aquello donde en algún caso algo se nos escapa del control.

¿Cuántas cosas se escapan a diario de nuestro control? Son pocos los sucesos que realmente podamos manejar al 100% y dependan completamente de nosotros. Cuando esto pasa normalmente lo que nos ocurre es que comenzamos a sentirnos mal, incómodos, aparece cierto malestar asociado a la no presencia de certezas, es decir, no tenemos pruebas que confirmen nuestro futuro o las razones reales sobre lo que que piensan, dicen o hacen los demás.

Normalmente de una duda insignificante podemos pasar a una preocupación excesiva, una preocupación que incluso podemos tratar de utilizar como forma de afrontamiento. Cuando nos preocupamos tenemos una sensación de falso control, es decir, la preocupación hace que no dejes de pensar una y otra vez en aquello que te preocupa, pero realmente no suele ser muy eficaz, ni tampoco resolutivo, suele mantenerse en círculos que no terminan de abrirse y no encontramos soluciones en ello, simplemente nos preocupamos, no nos ocupamos de buscar una solución, pero tengo la sensación de que si es así. Realmente lo que está haciendo la persona es tratar de encontrar certezas que le saquen de dudas, esas dudas que le generan malestar, pero esto no llegará a ser posible en ningún caso puesto que como he dicho anteriormente, no podemos controlar el futuro, ni podemos tampoco saber a ciencia cierta lo que los demás piensan o sienten por lo que por muchas certezas que tratemos de encontrar con respecto a ello no podremos llegar de este modo a sentirnos nunca aliviados del todo.

Detrás de todo esto se encuentra un miedo, una situación o un escenario por el que no queremos pasar. No queremos afrontar algo que nos atemoriza. Cuando sentimos dudas y no llegamos a terminar de decidirnos suele ser porque hay algo ante lo que no queremos pasar, una consecuencia, que por muy hipotética que sea, es posible que suceda y nuestra mente se ocupa de buscar la forma de encontrar la opción correcta que evite que pasemos por ella, pero esto no siempre es posible. Si tengo mucho miedo a montar un negocio, la incertidumbre aparecerá ante la duda de si saldrá o no bien, si podré vivir de ello, si me reportará una cantidad económica suficiente para vivir…

¿Qué podemos hacer para manejar la incertidumbre?

 

Identifica la incertidumbre:

Cuando sientas cierto malestar párate y pregúntate si tienes en ese momento dudas o sientes incertidumbre. Es muy posible que estés anticipando algo y que esa anticipación sea además negativa.Esta asociada a situaciones de futuro o sobre pensamientos, sentimientos y conductas relacionadas con los demás. Tiene un componente fisiológico y es que cuando aparecen dichas dudas surgirá cierta ansiedad, nerviosismo, inquietud… que no es necesariamente negativo, surge ante aquello incontrolable y nos coloca en una posición natural de alerta. Aparece acompañada de dudas y un discurso interno asociado a: y si?…

Trata de detectar qué miedo hay detrás de esa incertidumbre y dudas:

Es clave que detectemos ante qué posibles consecuencias no me quiero enfrentar puesto que esto será lo que trate de controlar por encima de todo.

Cuestiónate si realmente estas consecuencias son graves o incómodas:

Ante la pregunta, ¿Qué es lo peor que puede pasar? podemos cuestionarnos si realmente ese escenario sería algo que bajo ningún concepto yo pudiera soportar o simplemente es algo incómodo, pero tolerable y que pueda afrontar.

Cuestiónate si realmente puedes además reducir a cero tus dudas:

Me atrevo a decir que esto es prácticamente imposible en todos los casos, si hablamos de que la incertidumbre aparece ante algo aún desconocido, ¿no será más adaptativo asumir aquello que no puedo controlar y dejar de llevar a cabo todo tipo de conductas para anticiparme a algo que es simplemente una posibilidad?

Comprender que para enfrentarme y salir victorioso de una situación tendré que tolerar cierto grado de incomodidad que no es perjudicial:

Mi cuerpo y mi cerebro necesitan comprender que aquello que temo no es peligroso pero para ello deberé exponerme a lo que mentalmente temo.

<<Un hombre iba por la calle principal de su pueblo aterrorizado y golpeando de forma extraña dos palos. Cuando le preguntaron qué hacía, contestó: “Espantando leones”. Le dijeron: “¡Pero si aquí no hay leones!”, ante lo que afirmó con seriedad: “¡Claro! Los he espantado todos”.>>

Lo que le ocurre al protagonista de esta historia es algo semejante a lo que estamos hablando a lo largo del artículo y de la entrevista en Capital radio¿de qué manera manejamos la incertidumbre? Es obvio que este señor estaba espantando leones imaginarios, no existía una probabilidad demasiado alta de que realmente en ese pueblo existiesen leones, pero él no quería enfrentarse a la posibilidad de que así fuera por lo que lo que se le ocurrió para controlarlo fue dar “palos al aire”. De este modo tenía la sensación de que si no había leones era gracias a él. Este pensamiento unido a dicha acción reforzaba sin duda su miedo o incertidumbre. Nunca perdería el miedo si seguía haciendo lo que hacía.¿Qué crees que tendría que hacer para superarlo? Dejar los palos a un lago y esperar paciente a que los “leones” llegasen. Cuando tras varios ensayos comprobase que NO PASABA NADA HORRIBLE podría integrar por fin la idea de que podía soportarlo y de que no existían tales leones. Por ello, una vez me enfrente registraré una experiencia positiva para mí, comprenderé que puedo sentirme seguro aun no sabiendo lo que va a pasar.

Aceptar el equivocarnos:

Los errores son maestros y tratar de controlarlo todo nos impide progresar.

Dejar espacio a la improvisación:

En nuestro día a día, dejar momento para no hacer nada, para hacer lo que en ese momento me apetezca, por ejemplo, incluso viajar y no tener todo planificado al detalle, sino dejar momentos para aquello que pueda sorprenderme, y si me atrevo incluso dejar alguna noche de hotel sin reservar, improvisa un camino de vuelta a casa, no usar el gps y arriesgarme a seguir mi propio sentido de la orientación, no planifiques tu vestimenta a diario, deja que otros planifiquen los planes… ¡DÉJATE LLEVAR!

Trabaja el centrarte en el presente:

Esto es fundamental. Vivimos constantemente anticipándonos al futuro y nos olvidamos que nuestra vida está realmente en nuestro momento presente. Esto es lo único que podemos gestionar y sobre lo que podemos actuar, y si además realmente nos centramos en ello, sí tendrá una repercusión positiva sobre nuestro futuro. Practicar meditación, mindfulness o atención plena y ejercicios de respiración es verdaderamente saludable para manejar nuestra incertidumbre.

Utiliza la incertidumbre como un motor y no como una necesidad de control.

En una maratón saber que vas a no vas a ganar (posibilidad existente) antes de correr realmente es desmotivador, pero si el no saber lo que ocurrirá podemos utilizarlo a nuestro favor ya que puede realmente movilizarnos a la acción.

RECUERDA: No necesitamos controlar todo para ser felices, la clave es vivir.

 

Beatriz García Ricondo, Daniel Kumpell, Silvia Álava y Ana León.