Bulimia: ¿de dónde vienen mis atracones?

Bulimia: ¿de dónde vienen mis atracones?

 

Como muchos saben, en la bulimia, la presencia de los atracones ocurre con mucha frecuencia.

Un atracón es el consumo de una cantidad elevada, de forma rápida y en un periodo corto de tiempo, donde la persona percibe una falta de control interna por parte de la persona que lo sufre. No es comer en exceso en una fiesta, en navidades, o un día esporádico cuando nos reunimos con otras personas. No obstante vamos a diferenciar los dos posibles tipos de atracón:

  • Objetivo: La persona ingiere objetivamente grandes cantidades de comida, siente falta de control, de no poder parar.
  • Subjetivo: Tener la sensación de no poder parar de comer, de no tener control incluso en cantidades pequeñas de comida. No es tanto la cantidad de comida que ingiere la persona, sino la interpretación subjetiva que hace sobre su propia ingesta.

Existen diferentes razones que generan la presencia de atracones, entre ellas encontramos el inicio de dietas unido también a otras situaciones que desestabilizan la psique de la persona.

Hay algunas cosas que antes me gustaría comentar con respecto a los atracones y los vómitos:

Hacer dieta, atracarte y después purgarte…

NO VA A LOGRAR QUE ADELGACES NI TAMPOCO VA A SOLUCIONAR TU PROBLEMA.

Vomitar es una solución que encuentras rápidamente porque todo aquello que has comido lo eliminas de manera inmediata, también logras deshacerte de aquello que en ese momento te ha hecho sentir mal, o incluso puede llegar a “desaparecer” ese dolor físico que te acompaña, pero

¿cuánto tardarán después en llegar las ganas de comer?

bulimia atracones sanar la bulimia

Llegará un momento en que además necesites hacerlo muchas más veces (atracarte, vomitar, restringirte, atracarte, vomitar, restringirte…) para poder sentirte tranquila, y finalmente, sin apenas darte cuenta habrás convertido una acción negativa para ti en un hábito, una obsesión, una adicción.

¿De dónde vienen mis atracones?

Diversos estudios han realizado una clasificación que puede ayudarnos a entender porqué una persona llega a dar una conducta de este tipo.

 

      1. Atracón motivado por la ausencia de ingesta insuficiente de alimento:

La persona comienza en la gran mayoría de casos a hacer dieta. Puede simplemente pensar que necesita perder un par de kilitos, o que con quitarse algunos alimentos le vendrá bien para bajar de peso, o directamente acude a algún centro para perder peso, o como ocurre en numerosas ocasiones busca distintos métodos milagrosos para lograr verse como considera adecuado, dietas milagro o dietas absolutamente peligrosas para su propia salud, ya que no están basadas en estudios cientificos ni tienen en cuenta sus propias características personales.

La persona reduce el contenido calórico, restringe alimentos, comienza a percibir algunos como prohibidos y de este modo comienza a convertirse en uno de los centros de su vida. En algunos casos se suma el ejercicio realizado de manera excesiva, que pueden hacer que la persona tenga la sensación de tener más energía, pero será una falsa ilusión. Tendrán la sensación de que la sensación de hambre (que aparecerá lógicamente) la tiene bajo control y creerá que puede dominarla.  Pero NO ES CIERTO. El hambre aparecerá de forma imposible de controlar y por mucho que crea que puede controlarlo el atracón aparecerá. NUESTRO ORGANISMO ante la escased de alimento, o ante la posibilidad de vomitarlo entenderá que estamos en situación de riesgo, de peligro, de supervivencia y mandará la señal de hambre, de necesidad de comer y el la comida que ingiera será descontrolada para cubrir esa necesidad.

Además en el atracón justamente comeremos esos alimentos prohibidos para poder reestructurar las carencias nutricionales y la falta de placer al comer esos alimentos.

      2. Atracón motivado por la creación de asociaciones erróneas:

Creamos asociaciones inadecuadas con respecto a la comida y la utilizamos para eliminar cualquier tipo de malestar, dando finalmente una respuesta equivocada que confunde en muchos casos a nuestro cerebro, ya que no es eso lo que realmente necesitamos.  Por ejemplo: me siento cansada y en vez de descansar como, trato de contrarrestar ese cansancio con alimento. Cuando estoy con la menstruación como me siento más débil, como. Muchas madres creen que si sus hijos comen menos de lo habitual podrían enfermar y aprendemos que aunque no tengamos hambre debemos comer, o cuando estamos muy agobiados creemos que comiendo nos sentiremos más aliviados, o cuando experimentamos tristeza tratamos de anestesiarla con alimento.

      3. Atracón motivado por carencias afectivas: 

En muchos casos, cuando la persona no ha recibido afecto por parte de sus seres queridos, padres u otros familiares, o ha tenido carencias necesarias relacionadas con el afecto la comida puede convertirse en su fuente de amor.

Si tengo necesidades que no están siendo cubiertas la comida puede suplirlas, o al menos se genera esa asociación. Si en su infancia sentía ese vacío pero en vez de encontrar un abrazo, unas palabras de aliento y amor en ese momento, lo que la persona tenía era comida, una nevera repleta o un dulce , cuando la persona crezca posiblemente recurra a la comida cuando vuelva a sentir  ese vacío en su vida.

la persona come hasta tratar de llenarse para calmar esa sensación de vacío, pero realmente nada es capaz de calmarla, de tranquilizarla porque lo que la persona necesita realmente es algo muy distinto, y la comida no podrá dárselo.

      4. Atracón motivado por el sufrimiento interno: 

Muchas personas han sufrido situaciones donde han llegado a sentir un profundo dolor. Humillaciones, insultos, rechazo por parte de otras personas, compañeros de colegio, que hace que sientan una gran rabia o frustración. Cuando la persona come, cuando se da un atracón el dolor se disipa, se divierten o se anestesian… De esta forma “al menos no me duele lo que siento”

      5. Atracón motivado por la circunstancia: 

Muchas personas comienzan su atracón debido a la accesibilidad del alimento, no hay nadie que me vigile, estando de vacaciones, en un restaurante de comida libre tipo buffet, en eventos, bodas, cumpleaños o situaciones en las que puedo adquirir gran cantidad de alimento sin que nadie me vea. Esto casi siempre está asociado al punto anterior: tengo disponibilidad total y además malestar psíquico.

      6. Atracón para eliminar la autoconciencia: 

Muchas personas tienen un discurso interior excesivamente crítico, sufren mucho estrés y se sienten culpables o fracasados. Tienen miedo a que esa emoción les supere y una forma de “anestesiar” sus emociones es comiendo ya que en ese momento no tendré que sentirlas ni pensar en mis problemas.

      7. Atracón motivado por la búsqueda de placer: 

Muchas personas apenas tienen fuentes de placer o gratificación. El comer es una acción que puede hacernos sentir maravillosamente bien. Al no poseer intereses o no llevarlos a término la forma que conocen de sentirse bien y de disfrutar un poco de la vida es mediante el alimento, así dedicarán incluso tiempo a pensar en lo que comerán, las cantidades, dónde lo harán, si disfrutarán y el atracón, de este modo se convierte en una fuente de placer.

      8. Atracón como forma de castigo:

La persona se castiga ante el mínimo fallo, se autocritica y no tolera la frustración generada ante el error. Comer y vomitar lo ingerido se convierte en una forma de autocastigo, ante sus propios fallos. Cuando la persona siente que se ha equivocado, que no ha actuado como debería, que no ha sido capaz de manejar una situación complicada, que no le ha dicho que no a alguien cuando sentía que tenía que hacerlo. Cuando se siente fracasada, culpable  o simplemente siente que merece un castigo, utilizará estas conductas para maltratarse. de este modo se eliminarán los sentimientos de malestar producidos ante esas situaciones.

      9. Atracón como costumbre: 

Por último, llega un momento en el que la persona ha automatizado esa acción. Muchas veces no hay una situación determinante que preceda al atracón, simplemente la persona se ha acostumbrado a hacerlo. Normalmente la persona ha adquirido un condicionamiento en el que ante diferentes estímulos da una respuesta de atracón: llegar a casa en la noche, quedarse sola, cuando es hora de ir a dormir, cuando llego del trabajo… Todas estas situaciones han podido convertirse simplemente en la señal de “ya es hora de un atracón”. Esto suele suceder en casos en los que la persona ha realizado esta conducta en numerosas ocasiones y por ello actúa casi en modo “automático” sin saber muy bien porqué.

Cuando alguien padece un problema como es la bulimia, un gran paso será tener la capacidad para identificar las razones por la que se da un atracón. Ello me ayudará a poder romper posteriormente el ciclo de la bulimia.

Si este artículo te ha parecido interesante o crees que puede ayudarle a alguien, no olvides compartirlo o dejar tus propios comentarios.