Actualmente el término depresión se utiliza con demasiada frecuencia y nos da lugar a error o equivocación.
Un trastorno depresivo no es tener un estado de ánimo bajo, o sentirnos excesivamente cansados. Tampoco es algo que con suficiente voluntad pueda eliminarse y no es un signo de debilidad en absoluto.
La depresión es un trastorno emocional, que perturbará las diferentes áreas de nuestra vida, llegando a generar sentimientos de incapacidad, indefensión, inseguridad, miedo y una tristeza profunda.
Influirá en nuestra manera de pensar y de sentir, pero también en aquello que hacemos.
Es importante que cuando el individuo padece un trastorno depresivo reciba el tratamiento adecuado para su recuperación. Como antes decía, no es suficiente el tener fuerza de voluntad para superarlo, sino que existen otros muchos factores que impedirán su mejoría.
Sin el tratamiento adecuado, la sintomatología depresiva puede acompañar a la persona durante meses o incluso años, por ello, si te sientes identificado o crees que puedes estar cursando un estado depresivo, te recomiendo encarecidamente que pidas ayuda, puesto que puedes superarlo.
¿ Qué puede llegar a sentir una persona con depresión?
Desesperanza
Tristeza
Fatiga
Irritabilidad Cansancio constante.
Disminución del apetito.
Baja autoestima
Miedo al mundo que me parecerá peligroso y/o hostil.
Desinterés por las cosas.
Sensación de inercia a la hora de realizar actividades en mi día a día.
Bajo deseo sexual.
Pensamientos muy negativos con respecto a nosotros, el mundo y los demás.
Pérdida de interés por aquellas cosas que antes me gustaban y ahora siento que me dan igual.
Inapetencia de realizar encuentros sociales.
Disminución de las ganas de vivir en algunos casos…
¿Por qué llegamos a deprimirnos?
Son diversos los factores que influyen en la depresión.
1. Vulnerabilidad biológica con desajustes bioquímicos en el cerebro.
2. Rasgos psicológicos del individuo
3. Factores ambientales que la persona percibirá como desagradables.
Si paramos a ver el último aspecto nos daremos cuenta de que es inevitable que en nuestra vida sucedan acontecimientos que nosotros no deseamos o que podamos prever. Dificultades, problemas, situaciones dolorosas, pérdida de seres queridos, desempleo, mudanzas, crisis vitales…
Estas situaciones generarán en la persona un cambio en su manera de sentir: aparecerá la tristeza, la desesperanza, la impotencia… y si la persona no sabe cómo gestionar lo que le está sucediendo y no procede a resolver el problema emocional o situacional, su estado puede perpetuarse en el tiempo, produciendo cambios emocionales, cognitivos y conductuales.
Todo ello altera la bioquímica cerebral segregando menor cantidad de neurotransmisores, que son los encargados de realizar una buena regulación emocional. Por ello, estos cambios químico-cerebrales son consecuencia y no causa.
Pero, ¿por qué a mí?
Existen factores que pueden influir en que haya personas más vulnerables de sufrir una depresión:
1. El estilo de vida: Cuantas más cosas agradables y positivas para mi lleve a cabo, mayor protección tendré frente a un estado depresivo. Si llevo a cabo actividades agradables y buenas para mi, y mi estilo de vida es adecuado, más disfrutaré de las cosas y a más disfrute, mejor estado de ánimo. Si tengo un estilo de vida “nutriente”, que me genere emociones agradables, aunque exista pérdida de reforzadores, habrá otros que compensen la pérdida a nivel emocional.
2. El estilo cognitivo: Nuestra manera de pensar condiciona nuestra manera de sentir. Cuando nos sentimos deprimidos caemos en la tendencia de verlo todo negro, de infravalorarnos y machacar nuestra autoestima pero también generamos unas expectativas sobre el mundo demasiado idílicas y poco realistas, donde creemos que el mundo no debería de contener problemas, cuando lo interesante es ser consciente de que son inevitables y que lo que debemos hacer es actuar en consecuencia en vez de regocijarnos en la queja y la evitación.
3. Problemas en las interacciones sociales: cuando tenemos dificultades a la hora de relacionarnos con los demás, no sabemos recibir críticas, decir de forma adecuada lo que nos ha molestado, dar nuestra opinión personal, defender nuestros derechos, etc… nuestra autoestima decae, sintiéndonos además en ocasiones víctimas de los demás o constantemente juzgados por ellos (aun no siendo así)
4. Dificultad para resolver nuestros propios problemas: Para funcionar adecuadamente en nuestra vida, necesitamos saber utilizar las “herramientas” adecuadas para resolver los problemas. A veces no las tenemos y necesitaremos aprenderlas, otras veces las tenemos pero no sabemos utilizarlas y nos lleva a sensación de inutilidad e indefensión.
5. Vulnerabilidad biológica: Para algunas personas, sus sistema nerviosos puede tener mayor dificultad para regular la segregación de neurotransmisores, pudiendo incrementar la sensación de tristeza. Pero aun siendo así, los estudios demuestran que lo anteriormente citado es fundamental dentro de un cuadro depresivo.
¿Qué mantiene mi depresión?
Cuantas más variables de vulnerabilidad reúna, mayor probabilidad de deprimirse.
El proceso de la depresión es el siguiente:
Circuito de la depresión:
I. Pérdida de reforzadores.
II. Dolor emocional:
-Pensamientos negativos.
-Emociones y sensaciones físicas desagradables.
III. Inercia.
Dejar de hacer actividades:
-Voluntarias.
-Obligatorias.
I. . Pérdida de reforzadores ( pérdida de algo o alguien significativo para mi)
II. Dolor emocional:
-Pensamientos negativos (“¿Porqué yo?, así no puedo vivir, es mi culpa”).
-Sensaciones físicas y emocionales desagradables (llanto, apatía, opresión en el pecho).
III. Inercia. Dejamos de realizar cosas porque no nos apetece nada y además pensamos que no va a servir de nada en absoluto. Dejamos primero de hacer aquello que es un deseo, voluntario (quedar con amigos…) para posteriormente dejar lo obligatorio (trabajo, responsabilidades, asearme.
IV. Nuestro estado empeora debido a que hay pérdida de reforzadores y de cosas importantes para mí.
V. Estamos dentro de la trampa. Si no la cortamos en algún punto cada vez nos costará más realizar actividades y obligaciones y ello aumentará mi sensación de incapacidad e inutilidad.
Dejar de hacer cosas me generará alivio momentáneo, pero mantendrá mi estado depresivo por más tiempo, agravando mi situación.
¿Cuál será el tratamiento adecuado para superarlo?
Como explicaba al principio, es importante pedir ayuda en estos casos, puesto que si no puede ir incrementándose mi sintomatología y empeorar.
En algunos casos, habrá personas que requieran de un tratamiento combinado de fármacos y psicoterapia, y en otras ocasiones la intervención psicológica será suficiente. Pero en ambos, la psicoterapia es NECESARIA.
El objetivo del tratamiento psicológico será proporcionar al paciente herramientas suficientes como para que pueda afrontar las dificultades que presenta.
Desde En Madrid Psicólogos tratamos la depresión desde un enfoque integrativo, entiendo que el impacto de ella influye en las distintas áreas de su vida, tanto a nivel individual como para su entorno, necesitando por ello un trabajo especializado, personalizado y riguroso.
¿Qué puede ayudarme a superar una depresión?
En este momento de tu vida, si estás dentro de un cuadro depresivo, no tomes decisiones importantes, puesto que podrán verse sesgadas por tus pensamientos negativos.
No busques hacer las cosas perfectas. Simplemente ser capaz de dar el primer paso para hacerlas.
Intenta cortar el ciclo de la inercia: aunque no tengas ganas de hacer algo potencialmente bueno para ti, intenta hacerlo.
Cuenta con el apoyo de las personas de tu entorno. Ellos no están dentro del problema y podrán acompañarte.
Recuerda que a más tiempo para estar solo, más tiempo para pensar en cosas que no nos gustan.
Involúcrate en actividades agradables: salir a pasear, ir al cine…
No esperes que esto desaparezca de la noche a la mañana ni te culpes por no hacerlo. Es un trastorno grave que requiere de trabajo, paciencia y mucho amor propio.
En nuestra web hay numerosos artículos que pueden ayudarte a iniciar el cambio. Te animo a que los leas y nos dejes comentarios o tu propia experiencia.
y muchos más!