La depresión es uno de los trastornos mentales más graves e incapacitantes que existen. El sufrimiento de la persona que padece depresión no se reduce a una simple emoción, como la tristeza, sino que va mucho más allá.
Es un sufrimiento que genera una alteración en todos los ámbitos de la vida de la persona: académico, laboral, social y personal. Tal es esta alteración, que el suicidio representa un factor de riesgo importante. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se suicidan más de 700.000 personas. Por esta razón, resulta tremendamente importante visibilizar la depresión. Una realidad silenciada de la que probablemente todos sepamos que es muy frecuente, pero que posiblemente no sepamos hasta que punto lo es. A escala mundial, aproximadamente 350 millones de personas tienen depresión, una cifra abrumadora que representa la principal causa de discapacidad en todo el mundo. Además, con la nueva situación de la COVID, los cuadros depresivos han aumentado considerablemente. Y es que las presiones económicas, la muerte de allegados, la incertidumbre, la alteración de rutinas y el aislamiento social de una forma u otra han pasado factura a muchos de nosotros.
Si crees que sufres de depresión o tienes dudas de si alguna persona allegada a ti puede estar padeciéndola, entonces este artículo es para ti y te animo a continuar leyendo.
ADENTRÁNDONOS EN LA REALIDAD DE LA DEPRESIÓN
Antes de adentrarnos en la tipología y las características de la depresión, es importante destacar que un trastorno mental no es una entidad estanca, fija e inmutable. Todo lo contrario. Los eventos psicológicos son dinámicos y variables y, por tanto, el diagnóstico de un trastorno depresivo requiere de un análisis individual de la sintomatología que presenta la persona en particular. Este análisis va más allá de presentar o no una serie de síntomas y debe realizarlo un profesional de la salud mental. Por tanto, conocer los diferentes tipos de depresión y las formas en las que se puede identificar la presencia o no de este fenómeno, quizás puedan servirte de guía para que, en caso de duda, consultes con un profesional.
Veamos, entonces, las características principales de los diferentes tipos de depresión que se contempla actualmente.
TIPOS DE DEPRESIÓN Y CARACTERISTICAS PRINCIPALES
Cuando hablamos de depresión, los profesionales de la salud mental estamos haciendo referencia a un trastorno específico del estado de ánimo. En todas las tipologías que veremos a continuación, hay que tener en cuenta la presencia de una serie de factores que suponen la diferencia principal de otros estados emocionales no patológicos:
- La intensidad de la sintomatología.
- La permanencia en el tiempo.
- La interferencia en la vida cotidiana.
¿En qué se traducen estos factores? Muy sencillo. Si ves que pasa el tiempo y el malestar es tal, que sientes que te encuentras en un túnel largo, oscuro y sin salida que te está imposibilitando atender a tus ocupaciones diarias, es probable que estés atravesando una depresión y, por tanto, es momento de que acudas a un profesional de la salud mental para que así lo verifique. ¿Qué tipo de depresión puedes estar atravesando? Vamos a verlo.
- TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR
La depresión mayor representa el trastorno clásico dentro de los trastornos del estado de ánimo. Este tipo de depresión puede aparecer a cualquier edad, no obstante, la probabilidad aumenta en la adolescencia. Las dos características principales de este tipo de depresión requieren de un estado de ánimo deprimido (tristeza, desesperanza, sentimiento de vacío interno, …) así como de una disminución importante del interés o el placer por actividades con las que la persona antes disfrutaba. Además, estas características, pueden ir acompañadas de otros síntomas como:
- Aumento de la irritabilidad.
- Pérdida o aumento importante de apetito y, por ende, de peso.
- Problemas de sueño.
- Agitación o retraso psicomotor.
- Fatiga, cansancio o sensación de pérdida de energía.
- Apatía, desinterés o falta de motivación y entusiasmo.
- Dificultad para experimentar placer o satisfacción.
- Sentimientos de inutilidad o culpabilidad.
- Disminución de la capacidad para pensar, concentrarse o tomar decisiones.
- Pensamientos de muerte o ideas de suicidio recurrentes.
- TRASTORNO DEPRESIVO PERSISTENTE (DISTIMIA)
La distimia, es otro tipo de depresión en el que el estado de ánimo deprimido (tristeza, desesperanza, sentimiento de vacío interno, …) persiste durante un mínimo de dos años, o un año en niños y adolescentes. Este tipo de trastorno del estado de ánimo puede ser secundario a un trastorno depresivo mayor y tiene, a menudo, un inicio en la infancia o adolescencia y un curso crónico. El estado de ánimo deprimido puede ir acompañado de otros síntomas como:
- Falta apetito o sobrealimentación.
- Problemas de sueño.
- Fatiga o cansancio.
- Baja autoestima.
- Dificultades para pensar, concentrarse o tomar decisiones.
- TRASTORNO DE DESREGULACION DISRUPTIVA DEL ESTADO DE ANIMO
La característica principal del trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo es la irritabilidad y tiene lugar entre los 6 y los 18 años. Se trata de un estado de irritabilidad o enfado crónico, grave y persistente que suele generar frecuentes explosiones de ira o rabietas en forma de agresiones verbales o comportamentales (ej. insultos, golpes a otras personas, destrucción de objetos, …). Se debe tener en cuenta que, estas explosiones de ira, no coinciden con el nivel de desarrollo del niño o adolescente y se presentan en diversos contextos (casa, escuela o compañeros), siendo especialmente grave en al menos, uno de ellos.
- TRASTORNO DISFORICO PREMENSTRUAL
En el trastorno disfórico premenstrual, los síntomas se inician en la fase premenstrual del ciclo, es decir, en la última semana antes del inicio de la menstruación y van disminuyendo cuando comienza la menstruación o poco después hasta desaparecer en la semana después de la menstruación. El inicio de este trastorno puede aparecer en cualquier momento tras la primera menstruación y los síntomas cesan tras la menopausia. Uno de los requisitos para padecer el trastorno es que los síntomas aparecen en la mayoría de los ciclos menstruales.
Las características principales son:
- Cambios de humor repentinos o aumento de la sensibilidad al rechazo.
- Irritabilidad intensa, enfado o aumento de los conflictos interpersonales.
- Estado de ánimo intensamente deprimido.
- Ansiedad, tensión y/o sensación intensa de excitación.
- Disminución del interés por actividades cotidianas.
- Dificultades para pensar, concentrarse o tomar decisiones.
- Fatiga, cansancio o sensación de falta de energía intensa.
- Cambios importantes en el apetito.
- Problemas de sueño.
- Sensación de agobio o descontrol.
- Dolores físicos.
- TRASTORNO DEPRESIVO INDUCIDO POR UNA SUSTANCIA O MEDICAMENTO
El trastorno depresivo inducido por una sustancia o medicamento, como su nombre indica, requiere de un estado de ánimo deprimido (tristeza, desesperanza, sentimiento de vacío interno, …) así como una disminución importante del interés o el placer por actividades con las que antes se disfrutaba como consecuencia de la ingesta de una droga o un medicamento que puede generar estos síntomas.
- TRASTORNO DEPRESIVO DEBIDO A OTRA AFECCION MEDICA
El trastorno depresivo debido a otra afección médica, tiene lugar cuando se presenta un estado de ánimo deprimido (tristeza, desesperanza, sentimiento de vacío interno, …) así como una disminución importante del interés o el placer por actividades como consecuencia de otra afección médica (ej. un infarto cerebral, enfermedades físicas, …).
- DEPRESIÓN EN EL PERIODO PERINATAL
La experiencia del embarazo y el parto, con frecuencia viene acompañada de una revolución emocional. En esta revolución, la depresión perinatal, es otro tipo de trastorno del estado de ánimo que puede afectar a las madres. La característica principal de este tipo de depresión es que el estado de ánimo deprimido puede aparecer en cualquier momento del embarazo o en el puerperio, es decir, en el periodo de recuperación que atraviesan las mujeres tras el parto. Los síntomas de la depresión perinatal pueden incluir:
- Alteraciones de sueño y/o apetito.
- Fatiga o cansancio.
- Dificultades en la concentración, memoria y toma de decisiones.
- Apatía o falta de interés y desmotivación por tareas cotidianas.
- Anhedonia o incapacidad para experimentar placer en cosas que antes disfrutaba.
- Sentimientos de fracaso, insuficiencia, inadecuación o culpa.
- Labilidad emocional o cambios repentinos en el estado de ánimo.
- Ansiedad
- Irritabilidad y/o frustración en relación con la maternidad.
- Tristeza.
- Pensamientos recurrentes de hacerse daño a sí misma o al bebé.
Dependiendo del periodo en el que comience la aparición de los síntomas, cabe destacar los siguientes subtipos de depresión en el periodo perinatal:
- Depresión prenatal: Engloba el tiempo entre la concepción y el nacimiento del bebé. Su duración es de cuarenta semanas y se divide en tres trimestres, a través de los cuales el embrión se desarrolla en un feto y finalmente en un bebé.
- Baby blues: El llamado maternity blues o baby blues comienza entre el segundo y tercer día después del parto, hasta el décimo día. Los síntomas suelen remitir espontáneamente a las dos semanas del parto con un buen apoyo familiar y social.
- Depresión postparto: Suele aparecer en los tres primeros meses posteriores al parto y puede llegar a mantenerse hasta un año después.
- Psicosis puerperal: es un trastorno poco frecuente pero grave. Habitualmente comienza entre la segunda y la cuarta semana tras el parto y puede mantenerse hasta un año después. Los síntomas requieren de atención psiquiátrica y psicológica inmediata ya que, en acompañamiento a los síntomas mencionados, pueden aparecer cambios de consciencia, alucinaciones auditivas, visuales e ideas delirantes, pensamientos suicidas u homicidas, delirios extraños y órdenes de dañar al bebé, etc.
Si al leer este artículo has podido sentirte identificada o identificado con alguna de las características de los tipos de depresión aquí descritos, te animo a que puedas pedir ayuda ya que no tienes porqué vivir esto en soledad.
Desde el equipo de En Madrid Psicólogos estaremos encantados de poder acompañarte y ayudarte.